Quetzalcóatl, considerado como «La Serpiente Emplumada», representa la dualidad inherente a la condición humana: la «serpiente» es cuerpo físico con sus limitaciones y las «plumas» son los principios espirituales. Otro nombre aplicado a esta deidad es Nahualpiltzintli, «príncipe de los nahuales». Quetzalcóatl es también el título de los sacerdotes supremos de la religión tolteca. Se lo identificó con al menos un personaje histórico, a saber: Ce Ácatl Topiltzin, rey de Tula, quien según el Memorial Breve de Colhuacan y la Historia de los Mexicanos por sus Pinturas, vivió entre los años 999 y 1051 de la era cristiana.3 Las enseñanzas de Quetzalcóatl quedaron recogidas en ciertos documentos llamados Huehuetlahtolli («antiguas palabras»), transmitidos por tradición oral y puestos por escrito por los primeros cronistas españoles. Se han publicado traducciones parciales de los mismos. Debido a que consideraban que todo el Universo tiene una naturaleza dual o polar, los tol...